Baobab
The baobabs

The baobabs

La Avenida o Callejón de los Baobabs es un grupo prominente de árboles baobab (Adansonia grandidieri) que bordean el camino de tierra entre Morondava y Belon’i Tsiribihina en la región de Menabe al oeste de Madagascar. Su impresionante paisaje atrae a viajeros de todo el mundo, lo que lo convierte en uno de los lugares más visitados de la región. Ha sido un centro de esfuerzos de conservación local, y en julio de 2007 el Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Bosques le otorgó el estatus de protección temporal, el primer paso para convertirlo en el primer monumento natural de Madagascar[1].

A lo largo de la Avenida, de más de 260 metros, hay 20-25 árboles de Adansonia grandidieri,[2] de unos 30 metros de altura, endémicos de Madagascar[3] Otros 20-25 árboles de esta especie crecen en arrozales y praderas cercanas.

Los baobabs, de hasta 800 años de edad, conocidos localmente como renala (madre del bosque en Madagascar), son un legado de los densos bosques tropicales que alguna vez prosperaron en Madagascar. Los árboles no se alzaban originalmente de forma aislada sobre el paisaje sereno de matorral, sino que se encontraban en un denso bosque. Con el paso de los años, a medida que la población del país crecía, los bosques fueron talados para la agricultura, dejando sólo los baobabs, que los lugareños conservaban tanto por su propio bien como por su valor como fuente de alimento y material de construcción[3].

El área no es un parque nacional, y los árboles están amenazados por la deforestación, los efluentes de la invasión de arrozales y plantaciones de caña de azúcar, y los incendios forestales[4] A pesar de su popularidad como destino turístico, el área no tiene un centro de visitantes ni tarifas de entrada, y los residentes locales reciben pocos ingresos del turismo. Conservación Internacional en asociación con Fanamby, una ONG malgache, ha lanzado un proyecto de ecoturismo dirigido a la conservación del área y al mejoramiento económico de la comunidad local[5].

A unos 7 km al noroeste se encuentran los famosos Baobab Amoureux, que son dos árboles de Adansonia za trenzados entre sí[6] Según la leyenda, estos dos encantadores baobabs llegaron y crecieron juntos a lo largo de los siglos. Baobabs se encontró después de un amor imposible entre un joven y una joven de la aldea cercana. Ambos jóvenes ya tenían parejas designadas y tenían que casarse por separado en sus respectivas aldeas. Sin embargo, la pareja imposible soñaba con una vida y un hijo juntos y pidió la ayuda de su dios. Ambos baobabs nacieron y ahora viven allí por la eternidad como uno solo, como la pareja siempre deseó.